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"La inversión empresarial debe crecer para alinearse con los ratios de los países más innovadores"

31/05/2018

Jefe de la División de Acción Tecnológica Exterior del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), Luis González Souto será el encargado de moderar la tercera y última mesa del II Encuentro Empresarial Hispano-Alemán, que se celebrará en Madrid los próximos 13 y 14 de junio.

Organizado por la la Cámara de Comercio Alemana para España en colaboración con la Embajada de Alemania, el Encuentro Empresarial Hispano-Alemán, que tendrá lugar en Madrid los próximos 13 y 14 de junio, abordará en su tercera mesa las ventajas competitivas que contribuyen a lograr que las empresas españolas con matrices internacionales logren implantar centros de competencia a nivel internacional.

AHK: Sr. González, el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) asesora y financia muchos de los proyectos empresariales de I+D e innovación de las empresas españolas. ¿Cómo evalúa el estado de la inversión en I+D en España? ¿Es esta inversión decisiva para la competitividad internacional de las empresas española incluyendo las filiales extranjeras?

Los datos indican que el porcentaje de la inversión española en I+D sobre el PIB se encuentra aún distante de la media europea y aún más de la realizada por los países más innovadores, no solo a escala europea, si no a escala global. Además la inversión empresarial en España necesita crecer para alinearse con los ratios de los países más innovadores. Sin suficiente inversión empresarial en I+D e innovación no se alcanzan los mercados, con el alto grado que demandan cada vez mas de competitividad en calidad y en precio de los productos y los servicios, ni se renuevan los procesos industriales que inciden decisivamente en los anteriores factores.

La realidad demuestra que esa inversión es crítica, si se realiza de manera sistemática y sostenida, pues ha logrado facilitar el gran salto y consolidar la posición económica de la que gozan algunos países, no muy lejanos de la posición española de partida en los pasados años 70, como es el caso de Corea del Sur.

AHK: Su institución gestiona una buena parte de las líneas de ayudas de la I+D+i estatales en España. ¿Qué papel le corresponde al Estado en el fomento del I+D+i? ¿De qué herramientas dispone el CDTI a la hora de conceder ayudas?

España ha avanzado desde los 80 en las políticas de apoyo a la I+D+i creando un sistema propio que ha alcanzado cierto reconocimiento en el contexto europeo. Buena muestra de ello es la alta participación española en el Programa Marco de la UE, Horizonte 2020, que nos posiciona ya como el cuarto país por fondos recibidos y, lo que es muy importante, con un ratio de participación empresarial de los más altos respecto a otros países. Esto último es una buena señal que demuestra el potencial innovador de nuestras empresas.

Superada la crisis, España debe seguir avanzando más en este terreno, ayudando el Estado, en cuanto a competitividad internacional de las empresas se refiere, a crear un fértil tejido tecnológico, a escalar el tamaño de las empresas innovadoras y a propiciar su internacionalización, tanto en su salida al exterior, como al convertirse en un destino atractivo para los “centros de competencia” de las de matriz extranjera.

CDTI, como agencia española financiadora de la I+D y la innovación empresarial, realiza una importante aportación, tanto por el volumen de fondos que inyecta cada año al sistema directamente mediante créditos parcialmente reembolsables y subvenciones, como indirectamente ayudando a maximizar la financiación que reciben las empresas al participar en los Programas de la UE, en las Grandes Instalaciones Científicas o en la Agencia Europea del Espacio. El conjunto de estas actuaciones nos ha permitido movilizar en 2017 más de 1800 millones de euros en favor de las empresas radicadas en España, con independencia de la procedencia de su capital.

AHK: Entre las empresas alemanas presentes en España existen varias que han establecido “centros de referencia” de su grupo para una categoría de producto en concreto en el país. ¿Cuáles son los factores en España que llevan a una filial a tener esta posición privilegiada? ¿Y qué importancia tiene la transferencia tecnológica desde las matrices extranjeras a las filiales en España?

Las capacidades del ecosistema de educación, ciencia, tecnología e innovación español, como decía, se están revelando como muy útiles para las grandes empresas que se asientan en nuestro país. A su lado el dinamismo del mercado español y las posibilidades de proyección hacia el ámbito iberoamericano, no hacen sino más apetecible la presencia en España. España es un país donde la fertilización cruzada para aplicación generalizada de las nuevas tecnologías depara casi siempre sorpresas positivas. Es este factor el que viene impulsando el crecimiento español de los últimos años en los ámbitos industrial y de comercio exterior. Nuestros socios posicionados en los extremos de las grandes cadenas de valor confían en nosotros y, como consecuencia, nos encomiendan cada vez más tareas en el proceso innovador globalizado.

La transferencia tecnológica cobra, en ese sentido un gran valor, pues activos de conocimiento lejos de los mercados pueden, a través de la cooperación, ser transformados en productos, aplicaciones y servicios o procesos útiles para la sociedad y la economía.

AHK: EL CDTI acompaña también la internacionalización de proyectos tecnológicos. ¿Cuáles es son los retos en este camino? ¿Existe un peligro real que el creciente proteccionismo en el comercio mundial tenga un impacto negativo sobre ello?

Si la innovación constituye un pilar de la competitividad, no lo es menos que puede resultar más fructífera siempre que vaya acompañada de la internacionalización. Por ello, CDTI trata de conseguir que las empresas españolas tengan los mejores compañeros de viaje, en cuanto al conocimiento complementario que necesitan, o a la extensión de mercados, que estos actores puedan aportarles tras colaborar en consorcios tecnológicos internacionales. En consecuencia, CDTI está dando una gran importancia a la acción tecnológica exterior de las empresas, llegando en 2017 a impulsar la participación de empresas españolas en más de 180 proyectos de cooperación tecnológica internacional cercanos a mercado y muy innovadores.

Tales proyectos se llevan a cabo dentro de iniciativas multilaterales como EUREKA, que agrupa 40 países Miembros del área europea y 4 Asociados (Corea, Canadá, Sudáfrica y Chile), IBEROEKA, donde participan España, Portugal y 19 países iberoamericanos, o bien en Programas Bilaterales que CDTI ha establecido con instituciones de 15 países (China, India, Japón, Corea, Tailandia, Malasia, Taiwán, Brasil, Colombia, México, Cuba, Egipto, Argelia, Jordania y Rusia).

También recientemente hemos creado una tipología nueva de proyectos de cooperación tecnológica internacional de certificación y seguimiento unilateral por parte de CDTI, que permite impulsar la colaboración de empresas españolas con entidades de 36 países en todo el globo, cuando impulsar la colaboración no es posible en los marcos multilaterales o bilaterales anteriores (México, Costa Rica, Ecuador, Colombia, Chile, Argentina, Perú, Brasil, China, Taiwán, India, Tailandia, Malasia, Indonesia, Singapur, Bangladesh, Sri Lanka, Vietnam, Filipinas, Camboya, Laos, Myanmar, Japón, Australia, EEUU, Egipto, Argelia, Marruecos, Líbano, Jordania, Túnez, Catar, Kuwait, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos e Irán).

En 2017 hemos mejorado los procedimientos internos tratando de acortar nuestros procesos de toma de decisiones, maximizando el tramo no reembolsable de nuestros créditos y concediendo las subvenciones INNOGLOBAL e INTEREMPRESAS INTERNACIONAL a las empresas españolas participantes en proyectos de cooperación tecnológica internacional y en el programa EUROSTARS. Estas medidas dan continuidad a una trayectoria de los últimos años en los que, mediante un Acuerdo con la Secretaria de Estado de Comercio, hemos extendido la presencia de nuestra Red Exterior de Delegados y Representantes a 27 países. Fruto de esa presencia son los Acuerdos de colaboración de CDTI con instituciones de 22 países (China, India, Japón, Corea, Tailandia, Malasia, Taiwán, Canadá, Brasil, Argentina, México, Chile, Colombia, Perú, Cuba, Uruguay, Sudáfrica, Egipto, Argelia, Rusia, Jordania e Israel).

Soy optimista y pienso que la globalización económica a la que asistimos es fruto de la evolución histórica de los medios de comunicación y transporte, los cuales facilitan de manera extraordinaria todo tipo de intercambios. Como no se pueden poner puertas al campo, no es posible frenar ese proceso histórico que, aun con dificultades está favoreciendo un mejor reequilibrio del reparto de riqueza mundial. Los conatos proteccionistas en una economía globalizada enseguida se encuentran con las dificultades que ellos mismos generan y pronto van a pasar como una tormenta de verano; véase al respecto como en días recientes los dos mayores actores de la escena mundial, China y EEUU, están llegando a acuerdos para limitar la escalada de la última guerra de aranceles.

AHK: El objetivo del gobierno es llevar la inversión en I+D al 2% del PIB en 2020. ¿Ve eso factible con el gran peso de la PYME en España? ¿Cómo ve el papel de las grandes empresas y, sobre todo, la de las filiales extranjeras?

Es cierto el gran peso de la PYME en nuestro país, pero no es menos cierto el peso que día tras día adquiere la PYME innovadora, aun a pesar de la pasada crisis. Y eso, más que como un hándicap, hay que verlo como una especie de tesoro a desarrollar.

Por ello, un mix que combine el apoyo a la consolidación de las PYMES, que basan su competitividad en la tecnología, con la potenciación de un escalado rápido de las más agiles, mediante aportaciones de capital y recursos financieros, en paralelo con un impulso continuo a la internacionalización de sus acciones de I+D+i, pensamos que es la política adecuada que nos llevará más pronto a alcanzar la meta de la media europea; al menos en cuanto a la contribución empresarial se refiere.

Las grandes empresas, incluidas las filiales de empresas extranjeras, están llamadas a jugar un gran papel en este proceso, pues poseen una inmejorable posición para facilitar la inclusión de ese tejido de PYMES en las grandes cadenas de valor mundiales sacando el mejor partido de la colaboracion. En ese sentido, será muy importante apoyar alianzas público-privadas para favorecer los ecosistemas de innovación promovidos por estas grandes empresas, que pueden acelerar de manera significativa el desarrollo del tejido base de PYMES innovadoras.

La toma de conciencia sobre la importancia de la investigación científica y el desarrollo tecnológico es un camino que deben recorrer las sociedades en su conjunto. De ahí las grandes diferencias de aceptación en los distintos momentos históricos y en los distintos países. En general, en el contexto europeo podía decirse que, desde los primeros momento de la modernidad, los países del Norte, con menos recursos naturales, se han preocupado por compensar ese déficit con el empleo del ingenio en la economía, la industria y el comercio, creándose en sus sociedades una cultura del esfuerzo y del valor, que constituyen su signo diferencial.

Esa cultura atraviesa todas esas sociedades, desde las elites hacia abajo, y es lo que permite que se reconozcan las políticas de apoyo al I+D+i como un activo que debe acrecentarse generación tras generación para consolidar sus posiciones globales. España solo en el último siglo está realizando un progreso en este terreno, empezando por plantearse sistemas avanzados de educación en la primera mitad del siglo XX y preocupándose los sucesivos gobiernos democráticos desde la transición por dar un peso creciente a la I+D+i. Sin embargo, los avances sociales suelen ser lentos y a veces, en momentos contradictorios como las crisis económicas, están sujetos a retrocesos.

Pienso que, aun habiendo llegado a alcanzarse en España un determinado grado de concienciación social sobre la necesidad de apoyar la I+D+i, no se termina de asumir en ciertas esferas el criterio de continuidad y sistematicidad que dicha política requiere, para obtener como resultado un crecimiento sostenido, al poder actuar como un estabilizador anticíclico aun en los peores momentos. Por ello, va ser muy necesario seguir insistiendo en años venideros en explicar la necesidad, las características y las ventajas derivadas de estas políticas, tanto desde el mundo de la investigación como desde el de la empresa, hasta que se logre crear un amplio consenso social al respecto.

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