Realizada entre los pasados 17 de marzo y 11 de abril con la participación de más de un centenar de filiales de empresas alemanas en España, la encuesta refleja semestralmente las previsiones económicas a corto y medio plazo de las compañías germanas presentes en nuestro país.
Según los datos del barómetro, el 95% de las empresas alemanas en España valora su situación económica actual como positiva, con un 59% que la califica de buena y un 36% de satisfactoria. La proporción de empresas con una percepción negativa cae drásticamente, del 18% registrado en el barómetro anterior (otoño 2024) a solo un 5%, similar al 3% registrado hace un año. Esta evolución indica una recuperación del clima de confianza empresarial, tras el bache observado en otoño de 2024. En esta línea apuntan también las expectativas para los próximos 12 meses, que reflejan el mayor nivel de optimismo en el último año, con un 47% de las empresas que contempla una mejoría en su situación económica, frente al 36% correspondiente al barómetro anterior. Al mismo tiempo, las compañías que no anticipan cambios se reducen del 47 al 43%, mientras que las que prevén un empeoramiento caen del 17% al 11%.
En cuanto a la evolución de la economía española, las empresas alemanas en España mantienen una visión prudente. Un 58% cree que la situación no cambiará, y solo un 17% espera una mejora en los próximos 12 meses, casi tres puntos por debajo del dato de otoño. Aunque las previsiones negativas (25%) también disminuyen ligeramente respecto al barómetro anterior (25,8%), la percepción continúa siendo marcadamente conservadora.
En lo referente a la inversión, las expectativas de las empresas alemanas en España registran un fuerte repunte, con un 40% que planea aumentar sus inversiones en los próximos 12 meses, frente al 24% correspondiente al barómetro publicado en otoño de 2024.
Asimismo, se reduce el número de empresas que no prevén modificar sus niveles de inversión (43%) y también desciende ligeramente la opción ‘ninguna inversión’ (4%). Aunque un 13% de las empresas contempla alguna reducción de sus inversiones, el saldo general es claramente positivo, apuntando hacia un nuevo ciclo inversor impulsado por una mayor confianza y planificación a medio plazo.
Las perspectivas positivas de las empresas alemanas se reflejan también en cuanto a la evolución de su plantilla, cuyo aumento figura en los planes del 38 % de las empresas encuestadas, en línea con los niveles de primavera de 2024 y ligeramente por encima del dato de otoño (36 %). Por su parte, la proporción de empresas que no contempla cambios se eleva hasta el 46%, mientras que las que anticipan una reducción bajan al 16%, tras alcanzar un pico del 20% en otoño. La moderación en las previsiones de ajuste refleja una mayor estabilidad en las estrategias de personal.
Entre los riesgos latentes para el desarrollo de los negocios de las empresas alemanas, el marco económico y político se posiciona como el principal factor para el 75% de las empresas alemanas en España, frente al 55% correspondiente al barómetro anterior, como reflejo de la situación geopolítica actual y de los anuncios de cambios en las reglas del comercio internacional por parte de Estados Unidos. La demanda, que lideraba la lista en otoño, pierde peso y cae al 46%, al tiempo que persisten preocupaciones estructurales como la escasez de mano de obra cualificada (34%) y los costes laborales (28%).
Por otro lado, las barreras comerciales escalan posiciones hasta el 28%, a causa de las crecientes tensiones globales, frente al 3% reflejado hace justo un año, en el Barómetro de Primavera 2024. En contraste, los riesgos percibidos por las empresas alemanas en materia de energía, logística y financiación se mantienen en niveles bajos o moderados.
El Barómetro se completa con una valoración de los actuales desafíos globales, como el el impacto de los conflictos y barreras comerciales surgidos a raíz del segundo mandato de Trump al frente del gobierno de EE. UU. A este respecto, el 70% de las empresas alemanas encuestadas prevé un impacto negativo leve en su negocio a nivel local a causa de la nueva política comercial de EE. UU., frente al 16% que contempla un gran impacto negativo y un 13% que no prevé ninguna consecuencia.
Entre las principales repercusiones negativas señaladas por las empresas, sobresalen: la clientela afectada por las restricciones a la exportación, la dependencia del mercado estadounidense, la caída de exportaciones desde la casa matriz (Alemania), el aumento generalizado de los precios, el incremento de costes de productos Made in USA, el impacto especial en el sector del automóvil, la recesión económica con efectos en el negocio y la disminución del poder adquisitivo.
Finalmente, entre los principales riesgos percibidos a más largo plazo (cinco años), las empresas se muestran mayoritariamente preocupadas por los obstáculos y conflictos comerciales (67%), los retos de la transformación digital y la inteligencia artificial (63%), la ciberseguridad (51%) y la fragmentación de la economía mundial (47%).