Rossmann ha crecido exponencialmente desde que se estableció en España en 2020, con una propuesta que combina la gama propia de su firma con las marcas de siempre.
El año pasado cerró con 33 tiendas repartidas por Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía y para este año la previsión es inaugurar 20 nuevos puntos de venta. En términos de empleo, Rossmann cuenta ya con casi 500 empleados en nuestro país.
Cuando se anunció hace ahora un año la decisión de dejar la capital valenciana y elegir Alboraya como sede principal, Stefan Frings, gerente de Rossmann en España, explicó así su elección: “Alboraya reúne todos los requisitos que buscábamos a la hora de elegir la ubicación perfecta para nuestras nuevas oficinas. La accesibilidad, tanto en transporte público como en vehículo propio, es inmejorable, y esto es fundamental para nuestros colaboradores. El acceso desde Valencia, tan próximo a nuestra sede, y la cercanía de la estación de metro de Palmaret son clave. Además, la visibilidad es excelente y estamos situados junto a Aldi, un partner cuyo surtido complementamos. La oferta de restauración y alojamiento son también complementos que nos han llevado a apostar por Alboraya. Sin duda, dentro del equipo Rossmann España hay plena satisfacción”.
Stefan Frings, junto a Carlo Siverino y Gregor Dahlhues, también directivos de Rossmann, celebraron ayer este acto de colocación de primera piedra, al que además acudieron el director gerente de la Cámara Alemana, Walther von Plettenberg, Ingo Stender, ministro de la Embajada Alemana, el alcalde de Alboraya, Miguel Chavarría, y Conxa Villena, concejala de Comercio e Industria de la localidad.
