El mes de marzo, con la declaración del estado de alarma y las restricciones sanitarias para hacer frente a la Covid-19, marcaría un punto de inflexión en los paradigmas económicos y sociales a los que estábamos acostumbrados y supondría la adopción de nuevas fórmulas en las organizaciones para adaptarnos a un entorno, volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA), además de disruptivo.
Con la pandemia, la aceleración del proceso de digitalización de las empresas, la implantación del teletrabajo y su evolución hacia un nuevo modelo híbrido ha abierto un enriquecedor horizonte de oportunidades para las compañías y sus plantillas no exento de importantes retos. El liderazgo, la empatía, la comunicación y la capacidad de transmitir a nuestros equipos el propósito corporativo y mantenerlo presente en todas y cada una de nuestras actividades y decisiones adquieren un papel vital en un momento como el actual.
En 2020 tuve asimismo el honor de ser reelegido al frente de la presidencia de la Cámara Alemana tras dos años de mandato, en los que se ha impulsado la digitalización de la institución y la representación de mujeres en la Junta Directiva, incrementada hasta alcanzar el 20%.
Desde estas líneas, quiero transmitir mi agradecimiento a los más de 1.100 socios, a la Junta Directiva, a nuestros delegados en Bilbao, Zaragoza y Valencia, y a los 39 empleados que componen la Cámara Alemana, que con su esfuerzo, confianza y compromiso inquebrantable colaboran cada día en impulsar las relaciones empresariales entre España y Alemania.